Construido en el siglo XVI, ubicado al norte de San Juan, Puerto Rico de estilo ibérico, su finalidad fue para proteger la ciudad de la bahía de San Juan. Fue bautizado y bendecido con el nombre del santo apóstol Felipe, pues esta fortaleza resulto impenetrable ante los ataques invasores.
Hoy en día, se mantiene firme y rodeado de un inmenso océano atlántico, y de un mar humano de turistas que asisten a este lugar. Dignifica a América, sobre todo a los portorriqueños, es por estas razones que la Organización de las naciones unidas reconoció a este monumento como patrimonio histórico de la humanidad en 1983.
Es altamente recomendado para un tour en Puerto Rico, por su centenaria belleza, sus manifestaciones artísticas como bailes y venta de recuerdos locales, dentro del castillo ya que desde siempre variedad de etnias americanas, europeas y africanas se han apoyado y expresado en ese lugar, con un fin común su independencia.
Hoy en día, se mantiene firme y rodeado de un inmenso océano atlántico, y de un mar humano de turistas que asisten a este lugar. Dignifica a América, sobre todo a los portorriqueños, es por estas razones que la Organización de las naciones unidas reconoció a este monumento como patrimonio histórico de la humanidad en 1983.
Es altamente recomendado para un tour en Puerto Rico, por su centenaria belleza, sus manifestaciones artísticas como bailes y venta de recuerdos locales, dentro del castillo ya que desde siempre variedad de etnias americanas, europeas y africanas se han apoyado y expresado en ese lugar, con un fin común su independencia.
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